La policÃa acude, sus hermanas regresan, los vecinos se acercan a husmear. Janet, su novia, acaba llegando cuando se entera.
Llora junto a las demás. No sabe si siente remordimientos o si solo está imitando a sus hermanas.
Mientras Janet le abraza, no puede evitar tener ciertas alucinaciones. En lugar de ver a Anna, su hermana mayor, intentando consolar a Willa, la hermana menor, la ve apoyada contra el capó de un coche, con uno de los policÃas uniformados esposándola para penetrarla desde atrás.
En lugar de ver a Willa en brazos de Anna, la ve tumbada en el suelo, rodeada de vecinos que se turnan para violarla y correrse encima.
En lugar de ver a Janet abrazándole a él, la ve desnuda, magullada, y ensartada en el pene de La Bestia mientras suplica que la suelte.
Las visiones pasan. Janet le mira preocupada, pero debe imaginar que simplemente está traumatizado por haber encontrado asà el cadáver de su madre.
Una policÃa les interrumpe. No es la tÃpica agente uniformada. Debe tratarse de la detective a cargo de la investigación. Una mujer excepcionalmente bella. Medidas dignas de una modelo, pelo largo, oscuro y rizado. Viste de forma profesional. Botines negros con un poco de tacón. Pantalones del mismo color. Cinturón marrón con la placa justo al lado de la. Lleva una chaqueta de color gris muy oscuro sobre una camisa de color gris algo más claro. La camisa tiene un par de botones desabrochados cumpliendo asà las funciones de un escote.
Como era de esperar, la policÃa le hace muchas preguntas. HabÃa pensado en una respuesta para todas. No estaba en casa porque habÃa salido a correr. Se ha preocupado de ponerse un chándal antes. Al llegar no vio nada raro, pero al subir encontró la puerta de la habitación de Lauren arrancada, y dentro su maltrecho cadáver.
Llora mientras lo describe. Janet, a su lado, tiene que agarrarle varias veces. Sus hermanas también lloran. La policÃa, que se presenta como Sarah, les da el pésame y promete hacer cuanto pueda por encontrar al asesino. Cuando se aleja, Jake tiene la certeza de que no le ha creido. No sabe por qué, después de todo ha conseguido engañar a las demás. Sin embargo algo en Sarah le ha hecho pensar que sospecha algo. No puede permitÃrselo. Aún necesita doce vÃctimas más. Por otro lado, si se da prisa tal vez no necesite preocuparse por ello.