Mark se quedó mirando a su hermana, fascinado por su nueva estatura. La idea de hacerla aún más alta lo tentaba. Cerró los ojos y se concentró de nuevo, imaginando a Brenda creciendo aún más. Esta vez, se aseguró de visualizar cada detalle: su cuerpo alargándose, sus músculos adaptándose, su ropa ajustándose mágicamente a su nuevo tamaño.
Cuando abrió los ojos, Brenda ya estaba creciendo de nuevo. Su altura aumentaba rápidamente, y Mark podía ver cómo su cabeza se acercaba al techo. Los muebles a su alrededor parecían empequeñecer en comparación. Brenda se estiró y se estiró, su cuerpo adaptándose sin esfuerzo a su nuevo tamaño. Su ropa, aunque ajustada, se transformaba para cubrirla adecuadamente, aunque seguía siendo reveladora.
Brenda ahora medía 20’4" (620 cm), una verdadera gigante. Su presencia era abrumadora, y cada movimiento que hacía parecía resonar en toda la casa. Mark no podía apartar la vista de ella, hipnotizado por su tamaño y la gracia con la que se movía.
“Brenda, ¿cómo te sientes?” preguntó Mark, su voz apenas un susurro.
Brenda sonrió, una sonrisa que irradiaba confianza y poder. “Me siento increíble, Mark. Es como si siempre hubiera sido así. Todo se siente… correcto.”
Mark asintió, todavía procesando lo que había hecho. Los nuevos recuerdos comenzaron a inundar su mente. Recordaba cómo Brenda había crecido aún más durante la secundaria, superando todas las expectativas. Los médicos estaban asombrados por su crecimiento continuo y saludable. La familia había tenido que hacer más ajustes en la casa, ampliando las habitaciones y reforzando los muebles para acomodar su tamaño.
Brenda se había convertido en una figura central en la comunidad. Su altura y fuerza la hacían destacar en cualquier lugar, y su personalidad amable y generosa la convertían en una líder natural. Era una atleta destacada, liderando equipos de baloncesto y voleibol a numerosas victorias. Su popularidad creció, y con ella, su círculo de amigos.
Mark, mientras tanto, se sentía cada vez más fascinado por los cambios que había provocado. Experimentaba con pequeños ajustes aquí y allá, observando cómo afectaban la dinámica entre Brenda y el mundo a su alrededor. Cada cambio traía consigo una nueva serie de recuerdos y realidades, y Mark se deleitaba en explorar las posibilidades.